El científico mexicano asegura que la agronanotecnología puede ayudar a evitar los estragos ambientales propios de la agricultura tradicional
En octubre de 2016, dentro del marco de la primera edición del Campamento de Ciencia, Tecnología e Innovación (TecnoCamp), Ricardo Hugo Lira Saldívar, conferencista del evento, habló con nosotros sobre los hallazgos en sus investigaciones relacionadas al campo de la agronanotecnología, disciplina aplicada que aboga por la utilización de nanopartículas en cultivos agrícolas. «La agronanotecnología es una nueva línea de investigación a nivel mundial. Esto se deriva de la nanotecnología en general. La nanotecnología […] está incidiendo en todas las fases del conocimiento humano», contextualizó el académico. Asimismo, Lira Saldívar argumentó que, precisamente por ser un campo de estudio recientemente llevado a la agricultura, aún quedan por descubrir innumerables posibilidades de aplicación.
Entre los beneficios de aplicar este novedoso método destaca el hecho de que permite concebir una agricultura sustentable y libre de agentes contaminantes. «Es una gran oportunidad, trabajar con esas nanopartículas, porque, por un lado, te ofrecen la posibilidad de promover el crecimiento de las plantas, mejorar su desarrollo y utilizando muy pequeñas cantidades, en comparación [con las cantidades de] fertilizantes y nutrientes que se utilizan en la agricultura tradicional», explicó el investigador.
El científico mexicano comentó la compatibilidad de las nanopartículas al ser puestas en acción para el crecimiento de las plantas de cultivo. «Las nanopartículas metálicas —con las cuales estoy trabajando— tienen una función muy importante en las plantas cultivadas; porque el fierro, el zinc, el cobre… son micronutrientes de las plantas», precisó el doctor en Ecología. También nos habló de otras ventajas encontradas en las distintas prácticas de la agronanotecnología: «En la agricultura, las nanopartículas tienen una doble función. Por un lado, actúan como nutrientes de las plantas y, por otro lado, estos mismos metales que estoy utilizando tienen un efecto antimicrobiano».
Por otra parte, el agronanotecnólogo se dio la oportunidad de opinar sobre las consecuencias perjudiciales de las prácticas realizadas en la agricultura tradicional. «Muchos de los fertilizantes de nitrógeno que se aplican se transforman en nitratos; los nitratos resultan ser venenosos para los humanos y los animales; y, una vez que llegan a los acuíferos subterráneos, los pozos de agua y las lagunas, pueden provocar contaminación», señaló. En cuanto a las nanopartículas, sólo se requieren dosis mínimas de las sustancias para las labores de cultivo; contrario a los fertilizantes tradicionales, de los cuales se usan cantidades excesivas en las prácticas de la agricultura tradicional, lo que la vuelve contaminante y no sustentable.
Ricardo Hugo Lira Saldívar estudió la Ingeniería en Agronomía en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, ubicada en Saltillo (Coahuila), obtuvo la maestría en Uso y Conservación del Agua por el Programa de Graduados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y es doctor en Ecología por la estadounidense Universidad de California.
El TecnoCamp 2016 tuvo lugar los días 29 y 30 de septiembre, reunió a más de quinientos asistentes a las ponencias impartidas en la Torre Académica Culiacán de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) durante su primer día y, producto del Reto 10, durante seis semanas cinco jóvenes talentos desarrollaron su proyecto denominado Sensor de Flujo de Semillas en Sembrados Tradicionales para una Mayor Precisión en la Distribución de Insumos Agrícolas con apoyo económico institucional en las instalaciones del Parque de Innovación Tecnológica de la UAS.
Andrés Márquez (Comunicación y Difusión, PIT-UAS)