Recientemente hemos sido testigos del surgimiento de decenas de nuevos negocios relacionados con cuestiones tecnológicas tales como desarrollos de software, investigación en biotecnología, aprovechamiento de energías renovables, empresas que incluso han llegado a ser responsables del lanzamiento de nuevos productos al mercado. Ciertamente los anteriores son algunos ejemplos de empresas de base tecnológica (EBT), mas la historia de dichas organizaciones no es tan reciente como podría pensarse, ya que, de acuerdo con lo señalado por Humberto Merritt (en su publicación de 2012 titulada «Las empresas mexicanas de base tecnológica y sus capacidades de innovación»), desde 1977 un estudio realizado por la Consultoría Arthur D. Little permitió definir las EBT como empresas independientes, con menos de 25 años de antigüedad, que basan su operación en la explotación de una invención o innovación tecnológica que conlleve un riesgo tecnológico sustancial.
Tal y como su nombre lo expresa, las EBT tienen como principal fundamento de su actividad los nuevos descubrimientos científico-tecnológicos y con ellos dan a conocer al mercado nuevos y distintos productos, procesos o servicios, es decir, incluyen la innovación en su funcionamiento. Pero esto no es todo, tal vez llegues a preguntarte cómo es que las EBT surgen, si acaso no es por generación espontánea. A continuación tendremos una respuesta que expone, además de una idea, un apoyo de modo institucional y más conocimiento útil para concretar una EBT.
¿Qué es una EBT y qué elementos le dan su esencia?
En síntesis, existe un grupo de pequeñas y medianas empresas (PYMES) que opera mediante el uso intensivo del conocimiento tecnológico. En los últimos años las EBT se han convertido en un ejemplo de colaboración exitosa entre la industria y la academia. Cabe precisar que existen otros tipos de empresas, menos tradicionales, que se relacionan con las EBT, a saber: las tan juveniles y sonadas en el mundo emprendedor empresa derivada (spin-off) y empresa emergente (start-up), modelos de negocios y empresas que están enfocados a ofrecer soluciones a las personas, desde un enfoque basado en la investigación y el desarrollo (I+D).
Entre las 50 start-ups con más futuro tenemos ejemplos como los siguientes: nuevas plataformas para comercio electrónico (e-commerce) como eComMarketing.click, que ayuda a rentabilizar catálogos sin necesidad de tener personal, ya que todo es manejado desde una plataforma web; otro caso es el de Emotion Research Lab, que se dedica al reconocimiento facial aplicado a conocer las emociones de las microexpresiones de los consumidores mientras ven un anuncio; de igual manera existen EBT como Exovite, que se dedica a diseñar férulas impresas en 3D que se colocarán directamente en el paciente al sustituir el yeso e incluyen un microestimulador para acelerar la recuperación… Además de un sinnúmero de soluciones más.
Las empresas derivadas funcionan de manera tal que se enfocan en transferir a la sociedad tecnología universitaria generada a través del conocimiento especializado de investigadores de la institución. Por su parte, las empresas emergentes son también de nueva creación y convierten sus conocimientos científico-tecnológicos en nuevos productos o procesos para el mercado, se enfocan en nichos muy especializados como biotecnología, industria de la información y las comunicaciones, instrumentos de precisión y química fina.
Beneficios, condiciones deseables y ¿riesgos? para las EBT
Como se ha dicho en líneas anteriores, las virtudes de las EBT son impresionantes, pues se relacionan con beneficios traducidos en recursos gracias a la potenciación de la actividad de investigación, las relaciones creadas con las universidades por parte de los nuevos empresarios, la generación de recurso humano preparado para la investigación y el ámbito laboral, obtención de recursos financieros y, sobre todo , el establecimiento de una red de EBT que permita la continuidad de este tipo de emprendimientos que facilita que las universidades puedan seguir generando recursos para dar continuidad a los mismos. Entre los beneficiarios destaca la creación de grupos de investigación, el apoyo a emprendedores o investigadores universitarios, así como a las mismas universidades.
Ahora bien, para que se pueda consolidar la creación de EBT es necesario que se presenten ciertas condiciones deseables:
- Tecnología que pueda ser protegida (propiedad intelectual), tener distintas aplicaciones y estar totalmente desarrollada y probada para que sea dirigida a un mercado amplio.
- Equipo conformado por líder emprendedor, por gestores con experiencia empresarial, un equipo técnico de primera línea y un equipo multidisciplinario.
- Plan de empresa en el cual sean plasmados los pasos a seguir para la viabilidad de la empresa a mediano y largo plazos.
- Inversionistas que se interesen en invertir en la nueva compañía para la explotación comercial de la tecnología.
De igual manera, se presentan distintas barreras o riesgos que en algunos casos pueden presentarse: déficit de carácter emprendedor, barreras financieras, falta de experiencia del equipo promotor así como en aspectos legales.
Claros ejemplos de apoyo para EBT en México y el mundo
Un claro ejemplo de que las EBT son potenciadas por centros de investigación alrededor del mundo es la feria de emprendimiento organizada anualmente en Rusia por el Parque Científico-Tecnológico de Skolkovo. Este evento, llamado Start-up Village, está dedicado a los emprendimientos y avances en innovación, ciencia y tecnología; su duración es de dos días y se considera de clase mundial, en tanto reúne a cientos de emprendedores, inversionistas y curiosos visitantes provenientes de diferentes partes de Rusia y del mundo.
Un ejemplo similar se da en México, durante la Semana Nacional del Emprendedor, que es organizada anualmente por la Secretaría de Economía y el Instituto Nacional del Emprendedor. Se trata de un evento apto para emprendedores y empresarios, es un esfuerzo para incentivar las aplicaciones científico-tecnológicas en los nuevos negocios, se complementa la esencia de las EBT por medio del recientemente implementado Ecosistema de Innovación orientado a procesos para que este tipo de empresas pueda crearse en menos tiempo con un costo cero.
Cómo se apoya a las EBT en México
En su artículo de 2012, Merritt asegura: «… es importante destacar que el concepto de las EBTs está íntimamente ligado al modelo de incubadoras de empresas y de parques científicos y tecnológicos, ya que estos instrumentos han jugado un papel fundamental en el desarrollo de pequeños negocios tecnológicos al darles la infraestructura y los servicios de acompañamiento necesarios para su arranque y consolidación. No es casual, por lo tanto, que muchas EBT tiendan a tener un impacto regional ya que buscan trasladar los resultados de su colaboración con las universidades incubadoras en los mercados donde se sitúan».
En México, se ha buscado la implementación de políticas y programas de gobierno que permitan a las pequeñas empresas del país convertirse en EBT mediante el fortalecimiento de su «capital intelectual» (éste término es utilizado por algunos autores para hacer referencia a los activos intangibles o de conocimiento y se destaca la importancia que tiene el conocimiento en el desarrollo y crecimiento tanto de los países como de las empresas). Así, tanto organismos federales especializados en fomentar el crecimiento científico-tecnológico o económico del país como centros universitarios de investigación e instituciones de educación superior ofrecen diversos programas de financiamiento o cofinanciamiento con el objetivo de apoyar el surgimiento y la consolidación de las EBT.
Por ejemplo, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) brinda apoyos a empresas mexicanas, como el Fondo de Innovación Tecnológica, cuyo objetivo es fomentar iniciativas de innovación de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) de base tecnológica, así como de las emergentes y de personas físicas con actividad empresarial que realicen proyectos de innovación tecnológica significativos y con alto potencial de ser colocados en el mercado como innovaciones tecnológicas.
Asimismo se ha abierto un espacio para incubación llamado Centro de Incubación de Empresas de Base Tecnológica (CIEBT), en el cual los estudiantes pertenecientes a la comunidad del Instituto Politécnico Nacional (IPN) tienen la posibilidad de generar y consolidar empresas innovadoras con impacto social y económico, que resulten del quehacer académico a través del fortalecimiento de una cultura emprendedora.
¿Realmente son las EBT un modelo pensado para México?
Ahora que sabes un poco más sobre las EBT, sabes que tú podrías idear la próxima revolución del mercado y así permitir que tanto tu universidad como tu compañía tengan resultados sorprendentes, ¿cierto? Pero no nos olvidemos de la realidad en México, donde la mayoría de las empresas que cuentan con los recursos necesarios son las transnacionales, cuestión que acaba por completo con el concepto de EBT, ya que éstas deben tener un perfil menos tradicional y más flexible para adecuarse a las necesidades que se vayan presentando).
Cierto, en nuestro país existen apoyos para el emprendimiento. No obstante, el capital intelectual mexicano enfrenta barreras ideológicas tales como la débil cultura emprendedora y los reducidos vínculos entre empresas y universidades. En general, impera cierto temor al riesgo que predomina en la creación de emprendimientos de base tecnológica. De todas las barreras existentes para desarrollar una EBT, ya sean culturales, económicas o gubernamentales, la barrera que se encuentra en nuestras mentes es la primera que debemos superar. Una vez vencida, será sólo cuestión de aprovechar los espacios disponibles y, con nuestros propios resultados, propiciar la aparición y la mejora de otros tantos más.
Jesús Moroni Arellano (Comunicación y Difusión PIT-UAS)