El Parque Científico Tecnológico de la Universidad Autónoma de Sinaloa, a través de su área de Comunicación y Divulgación, tuvo el placer de conversar con Edgar López, un talentoso músico mazatleco cuya pasión por la astrofotografía lo ha llevado a capturar la majestuosidad del universo desde nuestro propio estado. Su historia es un claro ejemplo de cómo la curiosidad y la dedicación pueden abrir puertas a fenómenos celestes que nos rodean, resaltando la importancia de Mazatlán como un punto clave para la observación astronómica.
La fascinación de Edgar por la astronomía nació, en La Noche de las Estrellas, un evento que cada año acerca el cosmos al público en diversas sedes, principalmente en Mazatlán. «Fue allí donde descubrí la astrofotografía, que me permitió capturar su belleza en imágenes», comparte Edgar.
Con el uso de técnicas como el apilado de múltiples fotos, el procesamiento de imágenes y las composiciones, ha logrado revelar detalles del universo que escapan a la vista sin ayuda de un telescopio. «Capturar el universo en una sola imagen se convirtió en una pasión que me ha acompañado desde entonces», afirma.
Recientemente, Mazatlán fue testigo de un evento astronómico de gran relevancia: el ocultamiento de Marte por la Luna. Edgar no perdió la oportunidad de inmortalizar este suceso. «El ocultamiento es un fenómeno astronómico en el que un cuerpo celeste se interpone en la línea de visión de otro», explica.
En esta ocasión, la primera Luna llena del año cubrió al Planeta Rojo. Para lograr la captura perfecta, Edgar se instaló estratégicamente en el cerro del Vigía, buscando una vista despejada. «Quería evitar cualquier obstrucción causada por edificios o otros cerros», detalla, subrayando la precisión necesaria para estos momentos.
La pasión de Edgar se comparte y se nutre en la Sociedad Astronómica Mazatleca (SAMAZ), cuya sede en el parque central se ha convertido en un vibrante centro de divulgación científica. Los viernes, las charlas y conferencias sumergen a los asistentes en el universo, mientras que los sábados se dedican a la asesoría y talleres de telescopios. «Ambos días con observaciones estelares guiadas por expertos», añade Edgar. Los domingos, el Club de Astronomía Infantil Tochtli, El Conejo en la Luna, introduce a los más pequeños en la magia cósmica; todas estas actividades son gratuitas, haciendo la astronomía accesible para todos.
Además de las actividades regulares, SAMAZ convoca a la comunidad a unirse en la observación de eventos astronómicos clave. «A través de telescopios, binoculares y cámaras, explicamos lo que se está observando, haciendo que la experiencia sea aún más enriquecedora», comenta Edgar. La influencia de SAMAZ es tal que incluso inspiró el tema del Carnaval de Mazatlán, transformando los monigotes del malecón en una celebración del cosmos y llevando el eclipse al diseño de los uniformes del equipo local de baloncesto.
La colaboración de Edgar con la NASA es un testimonio del impacto de Mazatlán en la comunidad astronómica mundial. El Gran Eclipse de Norteamérica fue un evento histórico, y Mazatlán, siendo el primer punto en tierra donde la sombra del eclipse tocó el continente y con el mejor pronóstico del clima, se convirtió en un destino de primer nivel para científicos y astrofotógrafos. «La NASA, consciente de la importancia de este evento, envió a miembros de su equipo, incluyendo científicos de la División de Ciencias Planetarias (SSERVI), para aprovechar al máximo esta oportunidad», narra Edgar. Así mismo, la sociedad astronómica local se dedicó a brindar una experiencia inolvidable a estos visitantes, organizando pláticas y talleres en colaboración con la SSERVI NASA para compartir conocimientos y técnicas.
Si bien la astrofotografía es su principal herramienta, la pasión de Edgar por la astronomía va más allá. Disfruta de acampar en lugares con cielos oscuros, lejos de la contaminación lumínica, para obtener fotografías con mayor detalle y sumergirse en la inmensidad del universo. «Cuando capturo ese momento a través de la fotografía, puedo compartirlo con aquellos que no tienen la oportunidad de experimentarlo en persona», afirma. Su trabajo no solo documenta fenómenos celestes, sino que también sirve como un puente entre la ciencia y el público, despertando la curiosidad y el asombro por el cosmos en nuestra comunidad.
La historia de Edgar López nos recuerda la riqueza astronómica que posee Sinaloa y la importancia de eventos como La Noche de las Estrellas para fomentar el interés en el universo. Desde el Parque Científico Tecnológico de la UAS, celebramos el trabajo de jóvenes como Edgar, quienes con su talento y dedicación, acercan las estrellas a todos.
Emilia Beltrán, área de comunicación y divulgación PCT_UAS
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