¿Por qué las vacaciones producen tanta felicidad? Según la ciencia, las vacaciones o días de descanso son una fuente de bienestar que influye positivamente en nuestra salud física y mental. La felicidad es una emoción que todos buscamos y al contar con tiempo libre, se nos permite desconectar de las obligaciones y disfrutar de actividades placenteras.
Muchas personas se sienten culpables o ansiosas cuando se toman un descanso de sus obligaciones laborales, pero lo cierto es que hacerlo puede traer beneficios tanto para la salud física como mental. Diversos estudios científicos, concluyeron que desconectarse del trabajo de forma periódica ayuda a:
Reducir el estrés. El estrés crónico es un problema que afecta a muchas personas y que tiene consecuencias negativas para el organismo, como alteraciones del sueño, ansiedad, depresión, problemas cardiovasculares o inmunológicos. Las vacaciones nos ayudan a romper con la rutina y a relajarnos, lo que disminuye los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Aumentar la creatividad. La creatividad es una habilidad que nos permite generar ideas originales y resolver problemas de forma innovadora. Las vacaciones estimulan la creatividad al exponernos a nuevos estímulos, como paisajes, culturas, idiomas o experiencias. Además, al tener más tiempo libre, podemos dedicarnos a actividades que fomentan el pensamiento divergente, como leer, escribir, dibujar o tocar un instrumento.
Mejorar las relaciones sociales. Las vacaciones son una oportunidad para fortalecer los vínculos afectivos con nuestra familia, pareja o amigos. Al compartir momentos de ocio, diversión y complicidad, aumentamos la confianza, la comunicación y el apoyo mutuo. Asimismo, esos días libres nos permiten conocer gente nueva y ampliar nuestro círculo social, lo que también contribuye a nuestra felicidad.
Potenciar el aprendizaje. Las vacaciones son una ocasión para adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Ya sea visitando un museo, aprendiendo un idioma, practicando un deporte o descubriendo una gastronomía, las vacaciones nos enriquecen culturalmente y nos hacen crecer personalmente.
Mejorar el ánimo. Los días de descanso nos hacen sentir más felices porque aumentan la producción de neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y la endorfina, que están relacionados con el placer, la satisfacción y la euforia. Además, las vacaciones nos generan ilusión y expectativas positivas, lo que mejora nuestra autoestima y nuestra actitud ante la vida.
En conclusión, conforme a los diferentes estudios científicos, las vacaciones son un factor clave para nuestra felicidad y nuestra salud. Por eso, es importante planificarlas con antelación, elegir un destino que nos guste y aprovechar al máximo cada momento. Así podremos disfrutar de los beneficios de las vacaciones durante y después de ellas.
Emilia Beltrán (Difusión y divulgación PCTUAS)