Uno de los aparatos tecnológicos que se usan prácticamente en todos los trabajos son las computadoras, en casi todas las áreas es necesario contar con una de ellas para conseguir algún producto final, sin embargo, hay campos como las ciencias e ingenierías en donde una computadora convencional resulta ser menos eficiente. Ante esta problemática han surgido alternativas que representan computadoras de alto desempeño (HPC, por sus siglas en inglés High Performance Computing) también conocidas como supercomputadoras.
Las supercomputadoras son un sistema de alto rendimiento y potencia superior lo que las hace capaces de realizar tareas complicadas en una velocidad descomunal, muy superior a las computadoras habituales. Las HPC están compuestas por un gran número de procesadores que trabajan a la par con el objetivo de brindar una velocidad de procesamiento de datos más rápido que lo habitual. La estructura de las supercomputadoras actuales es denominada como clúster de computadores, donde cada uno aporta sus recursos para darle fuerza a la HPC. Estos equipos son medidos por teraflops que son equivalentes a millones de millones de operaciones por segundo.
La solución de grandes problemas a través de esta tecnología ha sido de mucha ayuda para diversos ámbitos como las ciencias, ingenierías, medicina, comunicaciones, control de procesos, automatización de mecanismos, servicios financieros, construcción edificios hasta entretenimiento.
La supercomputadora que encabeza la lista del Top500 presentada recientemente, es la japonesa denominada Fugaku, la cual se encuentra ubicada en Kobe, Japón, y fue desarrollada en conjunto por Riken y Fujitsu. La principal razón por la que encabeza esa lista es haber alcanzado los 415.5 petaflops, 2.8 veces mayor que la IBM Summit, la computadora siguiente en el escalafón. Otro dato importante es que los japoneses sorprendieron a todos, al superar a Estados Unidos y China, que son quienes generalmente lideran los primeros lugares en cuanto a tecnología.
Por otra parte, se dio a conocer que Fugaku entrará en pleno funcionamiento el próximo año y que hasta ahora se ha utilizado sobre una base experimental para realizar investigaciones relacionadas con la Covid-19, incluyendo diagnósticos, simulando de la propagación del virus y midiendo la eficacia de la nueva aplicación de rastreo de contactos de Japón.
Detrás de Fugaku, destaca la supercomputadora estadounidense creada por IBM, Summit, que desde finales de 2018 había sido el superordenador más poderoso del mundo. Sobresale también la supercomputadora Sierra que pertenece a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear de Estados Unidos. Sin dejar pasar, creaciones chinas como Sunway TaihuLight que tiene una capacidad de 93 petaflops, así como Tianhe-2A con una capacidad de procesamiento de 61.4 petaflops.
Ante las necesidades que se van presentando día con día, y con el sorprendente trabajo que hicieron los japoneses con Fugaku, seguramente países como Estados Unidos y China, que son potencia en esta tecnología, estarán planeando desarrollar alguna supercomputadora que se empareje con las características que ofrece la mejor máquina de la actualidad.
José Alfredo Careaga Ochoa