Para la prevención de un suceso o problema que ponga en riesgo la integridad de una persona, la protección en general siempre es muy importante. Acorde a lo anterior y conforme a los avances tecnológicos que se tienen hoy en día, es trascendental la protección de datos personales para evitar sufrir algún delito cibernético.
Para entender la magnitud de la protección de datos personales, nos remontamos a los tiempos después de la Segunda Guerra Mundial, donde por medio de instrumentos jurídicos, aceptan el derecho a la no injerencia en la vida privada de las personas, como un derecho humano.
Desde 1948 inició la protección de las personas por medio de diversos instrumentos jurídicos a nivel internacional, a pesar de no ser exactamente el derecho de la protección de datos personales, abordan acerca de la no injerencia en la vida privada de las personas.
Los datos personales consisten en la información de una persona con la que es identificables; son parte indispensable de la identidad del ser humano, gracias a que estos te facultan para hacer una referencia exacta y objetiva para distinguir a una persona y hacerla sujeto de derechos y obligaciones.
En nuestro país, el derecho de protección de datos personales inició en 2002 con la Ley Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental, posteriormente en 2009, las reformas constitucionales de los artículos 16 y 73 autorizaron como derecho fundamental y autónomo la protección de datos personales. En 2010 se publica la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares, esta principalmente dirigida para empresas, mientras que para el año 2017, se formalizó este tema con la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados (LGPDPPSO).
La evolución del internet ha dejado un gran número de beneficios en general, sin embargo, también ha habido personas que no le dan buen uso incrementando significativamente la cantidad de hackers que aprovechan las desatenciones de los usuarios. En 2016, 2 de cada 10 mexicanos sufrieron algún delito cibernético como la instalación sin autorización de aplicaciones en sus dispositivos, uso ilegal de información financiera y robo de identidad.
Ante las situaciones mencionadas, las siguientes medidas de seguridad te servirán para evitar ser víctima de un ciberdelito:
- Elegir contraseñas seguras: entre más difícil sea la contraseña, será más complejo que otros la descifren. Se recomienda combinar mayúsculas, minúsculas, números y símbolos, además de variar las contraseñas en tus cuentas; evitar fechas de nacimiento, aniversarios, números de teléfono, y sobre todo no compartirlas con nadie.
- Cuidar la información que se comparte en redes sociales: Configurar la privacidad para que tu información no le llegue a cualquier persona. De igual manera, no publicar imágenes ni datos de tu lugar de residencia, trabajo ni teléfono.
- Brindar datos personales solo en sitios de confianza: En la actualidad son demasiados los sitios web que solicitan datos personales, es importante saber con quién se comparten los datos y para qué los utilizarán. Asegurarse que el sitio inicie con HTTPS para que tu información navegue por un canal cifrado.
- Descargar archivos únicamente de sitios reconocidos: Navegar y descargar contenido exclusivamente de sitios de confianza, algunos sitios ejecutan de forma oculta contenidos que dañan o se apropian los datos almacenados.
- Leer los términos y condiciones: La lectura de estos antes de instalar una aplicación o servicio te permitirá conocer los derechos que tendrá el proveedor sobre tus datos.
- No confiar en desconocidos: El robo de datos más habitual es el envío de archivos a través de cuentas o perfiles falsos, por eso se recomienda no aceptar a personas desconocidas, y menos abrir lo que envían estas.
- Evitar conexión a redes públicas: Hay que tener cuidado de las redes a las que se conectan, es difícil saber quién tiene la posibilidad de acceder a los dispositivos, ni se conocen las medidas de seguridad de la conexión. En caso de conectarse, jamás debes ingresar datos privados, acceder a servicios bancarios, correo electrónico ni redes sociales.
- Cerrar todas las sesiones y limpiar el navegador: Al concluir la navegación web, es necesario cerrar todas las cuentas a las que se accedió, así como eliminar las páginas que fueron visitadas.
- Instalar y actualizar un antivirus: Siempre debe de estar protegidos los equipos con programas antivirus y que se actualicen con frecuencia para evitar que se dañen.
Con estas recomendaciones nos percatamos que con acciones tan sencillas podemos poner en riesgo nuestra integridad, por eso debemos de cuidar la información que proporcionamos en la red para evitar alguno de los delitos cibernéticos existentes. En caso de que se lleguen a violar nuestros derechos, existen autoridades que brindan apoyo para nuestra protección.
Alfredo Careaga (Comunicación y difusión PIT-UAS)