Las emisiones de gases de efecto invernadero cubren la Tierra y retienen el calor del sol, lo que conduce al calentamiento global y al cambio climático. Por lo que, el mundo se está calentando más rápidamente que en cualquier otro momento de la historia registrada ¿Qué medidas de prevención está buscando el ser humano? Un buen principio ante un futuro caótico son las energías eólicas.
A través de un aerogenerador que transforma la energía cinética de las corrientes de aire en energía eléctrica es como se genera energía limpia e inagotable, aunque los retos a futuro incluyen instalaciones más eficientes y sistemas de almacenamiento adecuados, y que, de implementarse, se reducirían notablemente las emisiones GEI.
Esto se debe a que, el funcionamiento de la energía eólica consiste en aprovechar la fuerza del viento que moverá unas aspas que, a su vez, trasladaron el movimiento a un rotor que producirá electricidad. Se transforma con las aspas la energía cinética del viento a energía mecánica (electricidad), es por eso la importancia de implementar más parques eólicos.
En 2009, Michel B. McElroy, profesor de estudios ambientales en la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard, dirigió un estudio sobre una instalación adecuada de aerogeneradores distribuidos en todo el mundo, el cual supuestamente podría suministrar una cantidad de energía 40 veces superior a la demanda global. Su cálculo consideraba la construcción de parques eólicos en regiones del planeta donde no causarían perjuicio ecológico.
En ese sentido, el Consejo Global de Energía Eólica, que agrupa a la industria del ramo en energías limpias y asequibles, pronostica que, para 2030, esta técnica de producción renovable podría cubrir entre el 25 y el 30 por ciento del consumo mundial, una conclusión similar a la que ha llegado el Departamento de Energía estadounidense.
Actualmente China se constituye como el mayor productor de energía eólica del mundo. Le sigue EE.UU., por delante de Alemania, España e India. El mercado del gigante asiático es, además, el que está experimentando un crecimiento más rápido: a él se debe casi la mitad de la potencia que se instaló durante 2010 en todo el mundo. En Europa, algunos expertos proponen una red eléctrica intercontinental que incluya a África.
Así mismo, el mundo y sus científicos no se detienen en la búsqueda de mejorar los sistemas de obtención de la energía, un ejemplo es el fabricante danés Vestas quien ha elaborado una nueva turbina, y dice que es la más grande del mundo y con mejores resultados. Con aspas de 115,5 metros de largo, la turbina V236-15,0 MW le quita a Haliade-X de GE el trono de ser la más gigantesca de todas.
Para sus inventores, esta turbina está pensada para ser instalada en alta mar, y se encuentra clasificada «para soportar condiciones extremas de viento IEC 1 hasta 50 m/s e IEC T hasta 57 m/s». Para Vesta, los números técnicos no dicen mucho, y consideran que lo mejor es compararla en contexto para ver de qué es capaz. Por lo que estiman que pueda proporcionar alrededor de 80 GWh de energía al año.P
Finalmente, la energía eólica no solo es una oportunidad de mejorar lo que sucede en la biosfera, según estudios recientes, este recurso podría llegar a satisfacer la demanda energética global y además cabe destacar que se está aportando a la sociedad trabajo duradero y estable. Lo que da vista a un porvenir menos catastrófico y que la energía utilizada por la humanidad parece ser un futuro de energía renovable.
Emilia Beltrán (Divulgación y difusión PIT-UAS)