Su objetivo que la gente sepa si ha estado en contacto con personas con COVID-19 y ayudar a las autoridades a controlar puntos críticos que puedan convertirse en focos del brote
La noticia: La aplicación rastrea dónde hemos estado y con quién nos hemos cruzado, y luego comparte estos datos personales con otros usuarios preservando la privacidad, podría ayudar a frenar la propagación de COVID-19, según explica el líder del equipo del MIT Media Lab (EE. UU.) que la ha creado, Ramesh Raskar. La app denominada Private Kit: Safe Paths es gratuita y de código abierto y fue desarrollada por los investigadores del MIT y de la Universidad de Harvard (EE. UU.), y también por los ingenieros de software de distintas compañías, como Facebook y Uber, que trabajaron en ella en su tiempo libre.
Preocupaciones de privacidad: La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido medidas agresivas para contener la propagación del coronavirus. Esto requiere no solo identificar y aislar a las personas infectadas, sino también encontrar a las personas con las que las contagiadas han estado en contacto y dónde han estado, para poder hacerles las pruebas y desinfectar esos lugares. En algunos países, como China, estos datos se extraían de los teléfonos de las personas y se procesaban por parte del Gobierno. Pero este tipo de vigilancia gubernamental sería difícil de llevar a cabo en los países más democráticos como Estados Unidos y España. Las personas con COVID-19 también se han enfrentado al estigma social, otra razón para mantener la privacidad de la información sobre su identificación.
Cómo funciona: Private Kit: Safe Paths evita los problemas de privacidad al compartir los datos cifrados de ubicación entre distintos teléfonos en una red de tal manera que no pasan por una autoridad central. Esto permite a los usuarios puedan comprobar si han estado en contacto con un portador del coronavirus (en el caso de que esa persona haya compartido esa información) sin saber de quién se trata. Un usuario de esta aplicación que dé positivo por coronavirus también podría elegir la opción de compartir sus datos de ubicación con las autoridades sanitarias, que luego podrían hacerlos públicos.
Raskar cree que este enfoque de seguimiento detallado, que permitiría el cierre y desinfección de lugares específicos, es mejor que la cuarentena generalizada, que resulta perjudicial a nivel social y económico.
¿Cambiaría la situación? Solo si la usan suficientes personas, y por eso Raskar y el equipo del MIT quieren correr la voz. Identificar los grandes focos del coronavirus parece haber demostrado su eficacia en algunos lugares como Corea del Sur, donde se han instalado estaciones de pruebas fuera de los edificios que han visitado las personas con el virus. Pero disponer de información incompleta también podría producir una falsa sensación de seguridad, si la aplicación lleva a los usuarios a creer que ciertos lugares son seguros cuando no lo son. La aplicación solo alerta sobre dónde ha estado el virus, pero no hacia dónde va.
Fuente: Invdes.