¿Alguna vez te has preguntado qué es el Edge Computing? ¿Sabías que está relacionado con el “famoso” Internet of Things (IoT) o Internet de las Cosas, ¿y eso qué significa? Actualmente existen millones de teléfonos inteligentes, automóviles autónomos, edificios, así como miles de artículos en el hogar produciendo y almacenando datos en algún lugar del mundo.
El Edge Computing ha llegado para mejorar y solucionar los problemas que está generando ese abrumador almacenamiento de datos, es decir, lo que conocías como el Cloud Computing ha evolucionado, pues este proceso ha resultado costoso, lento, consume demasiada energía y no aporta mejoras rápidas, es por ello la importancia de este nuevo sistema de almacenamiento.
Para tener un panorama más amplio es necesario echar un vistazo hacia atrás y descubrir cómo es que ha pasado todo este lío. Para empezar, son cientos de cables que conectan los distintos países y continentes, lo que hacen posible el poder compartir información de forma inmediata, actualmente son cuatro los que poseen los mayores nodos de interconexión; Estados Unidos (Nueva York y Virginia), Alemania (Frankfurt), Holanda (Ámsterdam) y Reino Unido (Londres). ¿Pero es aquí donde se almacena la información?
Ciertamente, estos centros de datos conforman enormes servidores y almacenan toda la información que generan tanto los dispositivos como los aparatos inteligentes que estén conectados a la red generando millones de datos. Pero lamentablemente los cambios generados por la globalización y las nuevas exigencias del mercado, han cambiado, pues el tránsito de esa información de alguna manera no resulta suficiente para los individuos o empresas.
Es por ello esta necesidad de transformar la manera en que se almacena y se procesa la información, el Edge Computing le apuesta a esa mejora que el mundo requiere. ¿Por qué el Cloud Computing está dejando de ser una buena opción para estas nuevas aplicaciones y el Internet de las cosas? Porque sencillamente no se puede saber con certeza dónde se ubican las nubes públicas o simplemente están en otro continente.
Los datos almacenados van también de una persona con un implante de monitos de corazón, un animal en una granja con un biochip, o cualquier otro objeto, en estos casos, es que el almacenamiento debe realizarse más de cerca a la fuente para que el tráfico de datos pueda mejorar. Este beneficio es en general para cualquier aplicación que se conecte a la red.
Es inevitable que los dispositivos generen cantidades enormes de datos, es por esta razón que se complica la toma de decisiones y que estas sean en tiempo real, ya que el análisis que se realiza es con datos en la nube y casi siempre de manera distante.
Por el contrario, el Edge Computing, es una red de malla de microcentros de datos y logra capturar datos críticos de manera local para luego enviar todos esos datos a una central o depósito de almacenamiento en la nube. Los beneficios que busca el Edge Computing es el desarrollo, la reducción de energía, consumir menos ancho de banda, reducir la latencia que se genera al enviar información, mejorar la seguridad (cuantos menos datos existan en un entorno Cloud, menos vulnerable es ese entorno)
Finalmente, ante un mundo que genera información desmedida, se busca la forma en donde los individuos o empresas puedan depender de una conectividad confiable para sus aplicaciones de loT, a un menor costo, logrando reducir de alguna manera esa congestión en la red o el retraso que genera el mismo tránsito de la información.
Emilia Beltrán (Divulgación y difusión, PIT-UAS)