En la actualidad, la divulgación científica se puede realizar de muchas maneras, por medio de plataformas digitales, por televisión, radio, revistas, libros, periódicos, entre otros. Para conseguir una buena divulgación es importante comunicar los saberes científicos en un lenguaje sencillo y de fácil entendimiento. Su propósito es transmitir los resultados de investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna.
A lo largo de la historia, la transmisión de los conocimientos científicos, no era tarea fácil, pues el vínculo entre cristianismo y ciencia estaba bastante estrecho, fue durante el siglo XIX donde intelectuales “liberales” y, sobre todo, anticlericales, hicieron de las suyas enfrentando y escribiendo diálogos, en los que incluso obtenían algún tipo de castigo, pues no contaban con la aprobación de las autoridades eclesiásticas por considerarse una ofensa a las reglas ya establecidas por la inquisición en esa época.
Galileo Galilei fue uno de esos científicos irreverentes, en 1632, escribió “Diálogos sobre los dos sistemas del mundo”, siendo la antesala para lo que hoy se conoce como divulgación científica o periodismo científico. No obstante, la divulgación de ese libro le costaría la libertad, debido a que el escrito desataba una gran polémica al cuestionar el paradigma existente sobre el movimiento de la Tierra.
En ese tiempo, lo más próximo a divulgación de la ciencia, pertenecía solamente a las grandes élites sin llegar a manos de la sociedad en general, fue durante la revolución francesa en 1789 que llegaron el progreso y el saber, lo que dio pie a conocer los avances científicos.
A partir del siglo XX, finalmente se dio la transición de la divulgación científica, como la conocemos recientemente, en la que, se destapan grandes científicos como Einstein, Marie Curie, Ada Lovelace, Katherine Johnson, Stephen Hawking, Paul Dirac, entre muchos otros.
Un personaje clave en la divulgación de la ciencia a finales de siglo XX, fue Carl Edward Sagan, con su libro y su atrayente serie COSMOS, alcanzando un gran éxito como divulgador en televisión; lo que lo hizo ganador del Premio Pulitzer en 1977 por uno de sus primeros libros: Los dragones del Edén, con el que quiso recorrer el camino de la evolución de la inteligencia humana.
En la modernidad, la radio, la televisión y, sobre todo, las redes sociales, se convirtieron en los instrumentos esenciales para dicha misión la de llevar ese mensaje especializado, ese discernimiento sobre ciencia y tecnología a cualquier rincón del mundo.
En una reciente entrevista con el Doctor y divulgador científico, Rafael Carbajal, especialista en Biotecnología Microbiana, habló sobre su experiencia como difusor de los conocimientos científicos, además de mencionar algunos motivos por los cuales algunos investigadores guardan celosamente sus trabajos en los laboratorios.
“Lo que pasa, es que no sabemos comunicar bien la ciencia, porque es muy interesante y a todos los investigadores les gusta que se conozca su trabajo, pero como que estamos muy casados con el formato formal, la ciencia es muy divertida y si compartimos ese gusto con la gente, les va a llamar la atención, pero tenemos ese miedo de perder la formalidad, a vernos exagerados, y por eso no compartimos la ciencia como debe de ser, pero hay varios esfuerzos, que van por buen camino”, explicó el Dr. Carbajal.
Para darnos una idea de la magnitud del cambio en la difusión, el Dr. Rafael Carbajal ha conseguido posicionarse como una de las “influencias” más reconocidos de internet, inclusive es llamado como “el profe de tiktok”. Cuenta con aproximadamente dos millones de seguidores, con los que comparte todo tipo de videos en los que habla tanto de alimentos cómo del funcionamiento de las vacunas, desmintiendo algunos mitos en esos temas.
En palabras del Dr. Carbajal, lo que le motivó a hacer esta gran labor fue la falta de personas que hablaran sobre ciencia., “Durante la pandemia, cuando la vacuna apenas se estaba desarrollando en 2020, yo empecé hablando sobre vacunación, sobre cómo funcionan los virus, como funcionaban los microorganismos en general, pero lo cierto es, que necesitamos más gente, porque hay mucha más gente desinformando”.
Para el profe de tiktok, el trabajo en redes sociales ayuda a que la gente en general tenga puntos de referencia, menciona que, así como se tiene a Carl Sagan, como un divulgador a seguir, existe una responsabilidad en los demás investigadores, estudiantes o cualquier persona que se esté formando en la ciencia de manera independiente, tiene cierta responsabilidad con la sociedad de compartir mencionados saberes.
“Se tiene la obligación de compartir los conocimientos, aunque no sea en medios masivos de comunicación o que no sea en redes sociales, si tenemos la obligación de compartir ese contenido con toda la gente para ir permeando la ciencia por todos lados” indicó.
Finalmente, el Dr. Rafael Carbajal, reconoció que, aunque existen científicos que son muy buenos haciendo ciencia y que les va muy bien estando en sus laboratorios, no cuentan con ciertos conocimientos para comunicar la ciencia. Por lo que ve necesario incluir en las universidades, en los centros públicos de investigación, departamentos especializados en la divulgación. Además de ver en los comunicólogos, periodistas científicos como aliados y un apoyo en el desarrollo de recursos hacía un verdadero camino en el saber y transmitir científico.
Emilia Beltrán (Divulgación y difusión PCT-UAS)