En México, el campo es un área estratégica para el desarrollo económico del país, muestra de ello es que durante 2015 ocupó el puesto número 13 en producción mundial de cultivos agrícolas ya que durante 2014 se sembraron más de 12 millones 600 mil hectáreas de distintos cultivos de los cuales la producción superó los 48 millones de toneladas; entre los más importantes se encuentran el maíz blanco, sorgo, y frijol. Ahora bien, en Sinaloa tan solo durante el año pasado se sembró más de un millón 200 mil hectáreas de distintos cultivos y se consiguió una producción total de 12 millones de toneladas de alimentos con un valor de producción que se estima superó los 46 mil 700 millones de pesos.
Después de conocer estos datos es probable que imagines cuánto representa la agricultura para nuestro país pero sobre todo para el estado y, aunque tal vez parezca que no muestra mucha relación con la ciencia, la tecnología o la innovación directamente, de acuerdo al Cuarto Informe de Labores presentado por la SAGARPA en 2016 establece que «en el agro se genera una transformación que tiene que ver con la cultura de innovación, modernización y uso sustentable de los recursos». Básicamente en el documento se señala la utilización de maquinaria especializada ya sea tanto para siembra, como para fumigación o empaquetado de cultivos pero a continuación hablaremos sobre maquinaria un tanto más especializada en el ámbito, es decir, innovadora.
Modernización
Por modernización del campo podemos referirnos al fomento de la producción de productos considerados estratégicos o un ejemplo tangible a la producción de productos orgánicos, ya que se moderniza lo que se cultiva en relación a las nuevas tendencias. De igual manera modernizar el campo implicaría involucrar a los pequeños productores en la producción, pero también habría que aumentar la inversión en innovación y desarrollos tecnológicos para aumentar la producción y calidad de los alimentos, esto por medio de maquinaria, técnicas de cultivo especializadas y fertilizantes que no dañen el ambiente.
A pesar de que en nuestro país destacan ocho estados que generan valor en su producción del campo a través de la innovación tecnológica, ésta labor no se ha alcanzado explotar en lo máximo.
Al hablar de la modernización del campo, no sólo hay que referirse a la maquinaria especializada, sino también a los distintos métodos existentes que se emplean en cuanto a la tecnificación del riego y han reemplazado a otras técnicas o han retomado las ya existentes de una manera automatizada, por ejemplo destacan:
- Riego por gravedad. Se conduce el agua de riego de un punto a otro a través de mangas, tuberías o un sistema de conducción y distribución regulado por compuertas.
- Riego por aspersión. Consiste en simular la lluvia pero con una intensidad controlada de acuerdo al tamaño y requerimientos de los cultivos.
- Riego por micro aspersión. Simula la caída de lluvia pero de una manera fina, además esparce la humedad en la zona radicular de las plantas.
- Riego por goteo. Aplica el agua y los fertilizantes en la zona radicular del cultivo en forma de gotas, con cierta frecuencia y en cantidades necesarias cuando es oportuno.
- Por exudación. Se aplica continuamente a través de un tubo poroso que exuda el agua en la superficie del cultivo.
Tecnologías actuales y su aplicación en la realidad
Ahora que hemos hablado sobre algunos métodos tradicionales aplicados a la agricultura y que han triunfado en parte porque han sido automatizados, podemos abordar un poco el tema de Farmbot, una máquina CNC que funciona como un robot encargado de realizar tareas de siembra, riego, control de plagas e incluso cosecha de algunos cultivos pequeños que pueden tenerse en casa. Aunque dicha máquina se encuentra en el mercado, en estos momentos no sería posible que se implementara en el campo, una tarea que posiblemente está siendo investigada para su realización.
Los creadores de farmbot han puesto al alcance de nosotros su invento ya que al ser open source permite que cada quien pueda ser creador de su propio robot granjero. Otro beneficio además del anterior, es que este robot es capaz de funcionar a través de una aplicación muy intuitiva controlada desde un Smartphone o tableta en los que se muestra en un pequeño plano dónde podemos colocar cada semilla, indicando de qué tipo es para que así se puedan establecer sus horarios de riego e incluso la búsqueda y destrucción de las malas hierbas que aparezcan.
Otra buena opción que actualmente se contempla para automatizar el campo es el monitoreo con drones, es decir, que éstos sobrevuelen el campo e identifiquen las plantas que posiblemente tengan algún problema como son las plagas y así tomar decisiones para poder fumigarlas con la cantidad de producto que sea necesario y evitar dañar el ambiente.
Otra buena opción que actualmente se contempla para automatizar el campo es el monitoreo con drones, es decir, que éstos sobrevuelen el campo e identifiquen las plantas que posiblemente tengan algún problema como son las plagas y así tomar decisiones para poder fumigarlas con la cantidad de producto que sea necesario y evitar dañar el ambiente.
Es muy claro que la automatización puede llevarnos a una producción más eficiente de los alimentos pero también amenaza los trabajos agrícolas. De 1950 a 2010, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los trabajadores agrícolas como porcentaje de la mano de obra disminuyeron del 81% al 48,2% en los países en desarrollo y del 35% al 4,2% en los desarrollados.
¿Los robots acelerarán este descenso?
Jesús Moroni Arellano (Comunicación y Difusión, PIT-UAS)