Cinco mil millones de personas habitaban el planeta para el 11 de julio de 1987. Era un número redondo, de esos que asombraban, aún más si se comparaba con los dos mil millones de personas que había en la tierra apenas 50 años antes y mucho más impresionante resultaba si el calendario se ubicaba en el año 1804, cuando sólo eran mil millones.
Pero, sobre todo, era un número para encender las alarmas: la población crecía rápidamente y muchos factores de desarrollo humano no iban a tal velocidad. Por esa razón, en 1989, el Consejo de Administración de las Naciones Unidas para el Desarrollo propuso el 11 de julio como Día Mundial de Población, que insiste en recordar que aún hay tareas pendientes en términos demográficos y de desarrollo.
Este año la celebración está enfocada en la planificación familiar, para empoderar a las personas y contribuir al desarrollo de los países. Según Naciones Unidas, unos 225 millones de mujeres que no desean quedarse embarazadas no utilizan métodos contraceptivos seguros y efectivos, y la mayoría de ellas, que no tienen acceso a estos métodos, viven en 69 de los países más pobres del planeta.
Hoy, el mundo tiene más de 7.500 millones de habitantes. Y la cifra sigue preocupando: ¿Cuántas de esas personas tienen acceso a condiciones dignas como servicios de salud, agua, alimentación, educación? ¿Habrá suficientes alimentos para todos? ¿Alcanzarán los recursos del planeta si seguimos consumiendo al ritmo actual?
En un mundo cada vez más abocado a los datos, el Banco Mundial ha lanzado un portal que ofrece una mirada a más de 250 indicadores sobre Salud, Nutrición y Población. Solo falta hacer unos cuántos clics para acceder a estimaciones sobre la esperanza de vida, datos sobre la mortalidad materna, la incidencia del VIH y el SIDA, la malaria, la tuberculosis; las enfermedades no transmisibles y las causas de muerte; también sobre el número de seres humanos desnutridos, con acceso a agua potable o a recursos para la salud reproductiva, entre otros indicadores. Se puede ver la data global, por región, por país o por temas. Y en la mayoría de las categorías se pueden encontrar estadísticas por género. Los resultados se ponen a disposición a través de tablas, gráficos o mapas que se pueden compartir fácilmente a través de correo electrónico y redes sociales.
A partir de estos datos se pueden elaborar conclusiones que, a su vez, pudieran colaborar en la toma de decisiones para crear o dar continuidad a políticas públicas en materia de desarrollo.
Un dato como ejemplo: solo la mitad de los partos en países con bajos ingresos son atendidos por personal de salud calificado. Los resultados también ayudan a establecer comparaciones que no resultan odiosas, sino necesarias: África subsahariana tiene la población más joven del mundo, mientras Europa y América del Norte se caracterizan por un gran porcentaje de personas en la tercera edad.
Con 646 millones de habitantes, América Latina y el Caribe no es la región más poblada, pero no deja de tener importantes desafíos pues todos sus países están en desarrollo. Por ejemplo: en 2015 había más de 24 millones de personas con desnutrición, y aunque ese número es más optimista que el que se tenía en 2003, cuando la cifra superaba los 53 millones de personas desnutridas, aún sigue siendo considerable.
Hay tanta información que el usuario puede pasar horas navegando entre indicador e indicador y descubrir, por ejemplo, que, en 2005, la tasa de nacimientos por cada mil mujeres latinoamericanas, entre los 15 y 19 años de edad, era de 73.6 y 10 años después esta tasa descendió a 63.6. O que la expectativa de vida para una mujer en el 2050 es de 84.13 años, mientras que para los hombres es de 80.04. En 2015 esta cifra era de 72.3 años en el caso de los hombres y 78.4 en las mujeres.
Se estima que para el año 2050, la población total esté cerca de los 10.000 millones. Las alarmas siguen encendidas.
Para ver estos y otros resultados puede acceder al portal haciendo clic aquí.