Alguna vez hemos escuchado o empleado una figura retórica muy común, puede funcionar a modo de comparación o a modo de inclusión de ideas que involucren a tres elementos: una tríada o un tricolon; es básicamente una creación filosófica tan antigua como la sociedad misma y que en ocasiones distintas podemos emplearlos dependiendo nuestro propósito. Un ejemplo práctico puede ser el triángulo de fuego que describe a tres elementos que son necesarios para que se genere el fuego: oxígeno, combustible y un calor de ignición, ¿suena científico no?, otro ejemplo podría ser el de un dogma religioso llamado la santísima trinidad, el cual funciona como la concepción de un dios en tres personas distintas; o por otra parte en el tema jurídico-político están los tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Estas referencias podrían sonar un tanto distantes del contenido de una nota regular de Miércoles de CTI, así que por ahora podemos dejar de lado lo filosófico para pasar a estudiar lo científico-tecnológico.
Triple hélice: una breve explicación
Veinte años atrás, en 1997, fue propuesto por Henry Etzkowitz y Loet Leydesdorff un modelo de colaboración que buscaba ir más allá del modelo lineal (significa, en pocas palabras, que la ciencia conduce a la tecnología y la tecnología satisface las necesidades del mercado) y se conformaría como una estrategia de colaboración para tres entes distintos pero con un gran potencial para hacer simbiosis. Dichos entes son: Universidad, Empresa y Gobierno que, de acuerdo a la investigadora Helene Giselle Chang Castillo, cada uno tiene un papel básico en esta relación para crear innovación y transferir el conocimiento.
También Henry Etzkowitz define a “la triple hélice” como una asociación entre iguales, que son relativamente independientes, pero en cuya interacción las esferas institucionales “se traslapan” y toman unas el papel de las otras. Así pues, éste modelo se ha enfocado a la cooperación así como en la creación de un ambiente de innovación que ha tenido un gran auge en América Latina.
Sociedad: un nuevo elemento para la innovación
A diferencia del modelo anterior, la cuádruple hélice integra a un nuevo elemento para su adecuado funcionamiento, al que se denomina sociedad. Retomando las palabras de autores como Carayanis y Campbell, podemos decir que una cuádruple hélice aparece cuando se integra al modelo anterior la participación del público, es decir, de una sociedad que se basa en la cultura y que se puede llegar a ella a través de los medios de comunicación.
Las Universidades llevan a cabo dicha vinculación por medio de su cuarta misión la cual implica la transferencia del conocimiento. En la sociedad de la información la vinculación se ha convertido en una herramienta para la cooperación entre las empresas y las universidades, en particular para la transferencia de tecnología.
Entonces, al hablar de sociedad podemos referirnos a la incorporación de personas individuales como un elemento clave en el modelo de innovación que ha llevado a las administraciones públicas a favorecer mecanismos para que empresas, academia y personas puedan relacionarse entre sí. Uno de los mecanismos más habituales son los Living Labs, los cuales permiten desarrollar proyectos en colaboración con ciudadanos, empresas y centros de investigación públicos y privados.
Podríamos definir a los Living Labs como una red de laboratorios e investigadores donde existe un proceso de investigación abierto, cooperativo y multidisciplinario donde el usuario (por lo general no experto) participa desde el inicio en el proceso de la innovación.
¿Cómo se adapta el mundo a la cuádruple hélice?
Este innovador modelo de cuádruple hélice ha sido estudiado por diversos autores que demuestran que su aplicación es posible en entornos de colaboración científica y transferencia de conocimiento.
Un ejemplo ha sido obtenido del Informe de la Investigación de Cuádruple Hélice para el proyecto “Creación de innovación local a través de la cuádruple hélice” (cliq por sus siglas en inglés para Creating Local Innovation through a Quadruple Helix) en el cual se muestra una definición general del modelo de innovación de cuádruple hélice: «es un modelo de cooperación en innovación o entorno de innovación en el que los usuarios, empresas, universidades y autoridades públicas cooperan para producir innovaciones». Cuando se habla de innovaciones, se está refiriendo a cualquier tipo de cambio que genere valor o utilidad para los socios; por ejemplo innovaciones tecnológicas, sociales, de productos, de servicios, comerciales y no comerciales.
El proyecto cliq es desarrollado en la Unión Europea y su objetivo se centra en el papel que juegan las autoridades locales en la conducción de la innovación para apoyar sus objetivos de empleo y crecimiento económico. Se basa en evidencias de investigación anteriores que destacan la importancia de las asociaciones locales de cuádruple hélice para reunir a universidades, empresas, la sociedad civil y las autoridades locales.
Otro ejemplo fue el que se presentó en la Primera Cumbre Iberoamericana de Ciudades del Conocimiento realizada en 2015 en Ciudad Yachay (primera ciudad planificada de Ecuador) en donde el debate giró en torno al papel que juegan la academia, el Estado, la industria y la sociedad para pasar del modelo de la triple hélice a un nuevo modelo de cuádruple hélice «involucrando a la sociedad en el camino hacia una economía basada en el conocimiento».
México y la cuádruple hélice
Por su parte, México no se aparta del camino de la innovación al utilizar el relativamente nuevo modelo sonde universidades y empresas muestran su interés y su colaboración; tal es el caso de la Confederación Patronal de la República Mexicana (coparmex), cuando su presidente nacional Juan Pablo Castañón, compartió en una entrevista a medios su interés por llegar a colaborar de acuerdo al modelo de cuádruple hélice. En dicha entrevista destacó que pueden surgir nuevas estrategias para las empresas en un mundo donde la única constante es el cambio e avance de la tecnología ha creado la necesidad de innovar.
Existen casos de investigadores en México donde incluso se muestran teorías que pueden beneficiar a la sociedad con un modelo más avanzado; el de la quíntuple hélice que está enfocado a cuestiones ambientales ya que, actualmente nos enfrentamos a un panorama donde el agotamiento de los recursos naturales y la contaminación son un problema latente. De acuerdo a los investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México, se busca integrar a los miembros de la cuádruple hélice para fusionarse con el medio ambiente y los recursos naturales siendo éstos etiquetados con el nombre de capital natural.
Es así como, después de leer diversas citas de investigadores y algunos ejemplos exitosos alrededor del mundo, podemos comprender que en el entorno científico-tecnológico de la actualidad es necesario colaborar para obtener nuevos conocimientos. Aunque en un principio se veía a la ciencia como un elemento aislado o fuera del alcance de los ciudadanos “comunes”, en la actualidad, de cara a las necesidades del mercado y del desarrollo de la sociedad, se ha tenido que involucrar a un mayor número de actores en el proceso científico dejando en claro que a través del trabajo colaborativo es posible innovar.
Jesús Moroni Arellano (Comunicación y Difusión PIT-UAS)