Los coches autónomos han dejado de ser desde hace mucho tiempo cosas de ciencia ficción, todos los días empresas e inclusive gobiernos dan comunicados sobre su exploración en la tecnología que permita la automatización de nuestra forma de transportarnos.
Entiéndase como coches autónomos a aquellos vehículos que no necesitan de la intervención humana, ni siquiera como un ente vigilante, el vehículo solo y por medio de programación, inteligencia artificial, un sistema regulador de velocidad y rutas, además de sensores capaces de medir la distancia y condiciones con un 100% de efectividad puede transportar a personas o recursos del punto A al punto B sin ningún tipo de inconveniente. Aunque ya se cuenta con vehículos automatizados en el mercado, las fallas en pruebas sobre si la tecnología es lo suficientemente veloz para situaciones completamente imprevistas, como un peatón que no cruza por el paso de cebra, ciclistas que no respetan las señales o camiones estacionados en lugares indebido es lo que no ha permitido alcanzar un nivel de seguridad aceptable.
Las pruebas por parte de multinacionales han comenzado, Google, empresa pionera en este rubro, usa un software para diferenciar objetos en la vía, además de los propios vehículos, estos modelos indicarán como responder a cada situación. El Audi RS7 automatizado logró dar la vuelta a un circuito de carreras en un menor tiempo que el humano sin contratiempos; Tesla, empresa del polémico multimillonario Elon Musk, es la cara más visible sobre la automatización de los autos, sus distintos modelos se han posicionado en el gusto del público y ha puesto en boca de todos, que el camino para la masificación de una conducción inteligente no está lejos.
Muchos son los beneficios que se han augurado cuando se logre una integración correcta de esta tecnología, expertos afirman que se podría revolucionar la forma en que nos transportamos pues se intenta lograr una perfecta sincronización entre los medios de transporte y su entorno, una comunicación en tiempo real con vías públicas, autopistas y semáforos, esto lograría un reducimiento de embotellamientos, estrés o accidentes, que según la financiera Morgan-Stanley podrían llegar a disminuir en un 90%.
Pero no solo la ciudadanía se podría beneficiar de esta automatización, la industria en todas sus formas también podrían ver los beneficios, esta tecnología es posible que llegue al transporte de mercancía, un tráiler operado por inteligencia artificial terminaría con unos de los temas más polémicos que rodea a los choferes de este tipo de transporte y a su rubro, las insanas fechas de entrega acompañadas de una jornada laboral inhumana que en muchas ocasiones terminan en mortales accidentes en carreteras alrededor del mundo, el software jamás se cansa ni se despista.
La agricultura podría ser otro gran beneficiado con la automatización de tractores, molinos y otras herramientas, el negocio agrícola podría por primera vez funcionar 24/7, esto supondría un cambio radical a la forma en que funciona esa industria actualmente.
Los incontables obstáculos en el camino
En este proceso, se están presentando muchos y variados problemas, uno de las principales es tecnológico, actualmente no se cuenta con una red celular que soporte el funcionamiento de este tipo de vehículos y todo el data que se producirá por las mediciones del viaje, la red 5G que actualmente se encuentra en desarrollo y que se prevé entre en consumo masivo en 2020, es la que pueda manejar todos los requerimientos de la automatización vehicular.
Actualmente no se cuenta con una legislación que ayude en la expansión de esta tecnología, siendo completamente ilegal su forma de concepción, en algunos países es ilegal que el chofer no tenga las manos en el volante o que se cuente con cierto de tipo de software o aditamentos tecnológicos que distraigan al conductor, lo que se convierte en un difícil obstáculo.
La apertura de esta tecnología en la industria no solo logrará los beneficios mencionados, también podrían tener impacto en la economía al crear una liberación de la mano de obra, de pronto, choferes, taxistas y cualquier tipo de operador de muchos sectores quedaría en desempleo, se debe de tener un plan para lograr reubicar o crear nuevas oportunidades laborales para los afectados.
Sin embargo, el principal problema de esta tecnología es que aún no se logra que sea viable en un 100%, el vehículo de Google, tiene varios años preparando esta tecnología pero su auto autónomo ha presentado incontable cantidad de fallas, teniendo como la más conocida la colisión que tuvo con un autobús en febrero de 2016 por un fallo en los sensores que no lograron detectar al autobús.
Otro caso que reavivó las discusiones sobre la seguridad de estos coches, fue el fatal accidente de Joshua Brown, quien se encontraba en su tesla model s como pasajero pasivo al tener activado el piloto automático, Brown se encontraba viendo una película cuando el conductor de un camión hizo un movimiento temerario que no fue detectado por los sensores del vehículo, el Tesla de Brown, quedó debajo del camión ocasionando la muerte instantánea del pasajero.
Las discusiones continúan sobre las repercusiones, beneficios y problemas de esta tecnología, quedan muchos vacíos legales y regulaciones por ser planteadas, aún quedan muchos kilómetros por recorrer para poder confiar plenamente en los vehículos autónomos, pero sus más fieles promotores afirman que no estamos lejos y no debemos dudar de ella. La tecnología para detectar colisiones inminentes ya sea contra peatones u otros coches y evitarlas es algo que ya tenemos, solo faltan pequeños ajustes para que sea completamente viable, esto es algo a tomar en cuenta, sobre todo cuando se habla de que entre el 70% y 90% de los accidentes viales son causados por fallo humano.
Antonio Zamora (Comunicación y Difusión PIT-UAS)