Las manifestaciones de calor se hacen presentes al llegar el verano, seguramente alguna vez dijiste o escuchaste un ¡Me estoy achicharrando!, ¡Qué calor!, ¡Me estoy asando!, el responsable de estas exclamaciones es la famosa ´canícula´ y aunque al día de hoy es difícil calcular la fecha exacta en la que inicia, es la sensación extrema de calor quien te lo hará saber.
El nombre ‘canícula’ se le atribuye a la constelación Can Mayor, aunque también es conocida como sequía interestival o veranillo. Algunas creencias populares durante la antigüedad eran el suponer que el calor del sol y la estrella Sirius se juntaban, produciendo el aumento de la temperatura, o bien se decía que el planeta Tierra estaba más cerca del sol, a lo que expertos aseguran, no es así.
La canícula forma parte de la variabilidad climática, suele darse a mitad del mes de julio, semanas después del solsticio de verano, destaca por las temperaturas extremadamente altas, escasez de lluvias y cielos despejados, pero sobre todo se trata de los cuarenta días más calientes del año, superando los 40° centígrados.
Pero, ¿realmente sentimos más calor durante la sequía interestival? ¿qué lo causa? De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), las altas temperaturas durante el veranillo son ocasionados por el sistema anticiclónico que ha generado una onda de calor en el país.
Tristemente no es lo único que lo causa, la huella de carbono, cambio climático o como le quieras llamar está dejando estragos en nuestro planeta, con información de la Organización Mundial de la Salud en México, se refleja que las concentraciones de gases de efecto invernadero se encuentran en su nivel más elevado en 2 millones de años.
Existen fenómenos naturales que no se pueden evitar o revertir, sin embargo, no son tan catastróficos como el cambio climático o calentamiento global. Se debe recalcar que esta problemática no es algo que los países puedan resolver por sí solos; es necesaria la colaboración de los gobiernos locales y estatales, empresas, comunidades de las regiones o individualmente.
Acciones que podrían marcar la diferencia en futuros años, limitando el cambio climático es desde la manera en que nos desplazamos, hasta la electricidad que utilizamos. Ahorrar energía en casa, desplazarnos a pie o en bicicleta cada vez que sea posible, comer más verduras y aunque no lo creas esto disminuye la producción de alimentos que requieren de mayor energía, tierra y agua; en resumidas cuentas, el reutilizar, reparar y reciclar protegen significativamente a nuestro planeta.
Mientras tanto, adaptarse al calor no es fácil y resulta complicado hacer frente a temperaturas tan elevadas, es por ello que resulta inevitable hacerle frente a todo el periodo canicular, y por lo cual la importancia de seguir todo aquello que nos ayude a sobrellevar esta difícil situación.
Consejos que podrían ayudar a minimizar los estragos de la canícula:
- Evitar la exposición al sol durante las horas pico ya sea por tráfico o cualquier otro tipo de actividad, mantenerse hidratado en toda ocasión.
- Vestir ropa ligera y utilizar herramientas que ayuden como sombreros o sombrillas.
- Practicar deporte durante las primeras horas de la mañana o al final del día.
- La alimentación es clave: frutas y verduras son alimentos que contienen mucha agua.
- Evitar cambios bruscos de temperatura.
- Utilizar protector solar varias veces al día.
Recuerda que durante la canícula existe el riesgo de contraer enfermedades propias de la temporada de calor, como pueden ser diarreas agudas, quemaduras o los golpes de calor, además de incrementar el riesgo de cáncer de piel, en caso de no tomar las medidas adecuadas. No olvides que adultos mayores y menores de cinco años son quienes tienen mayor riesgo durante estos días de extremo calor.
Finalmente, el clima a nuestro alrededor está cambiando más rápido de lo “normal”. Desde tormentas más frecuentes y extremas hasta olas de calor sin precedentes, son el resultado del impacto que está teniendo el calentamiento global, algo que afecta a todos los seres vivos y el actuar de manera apática no solucionara nada, es momento de accionar por nuestra madre Tierra, por nuestros hijos, pero sobre todo por un futuro más alentador.
Emilia Beltrán ( Divulgación y difusión PIT-UAS)