Desde años atrás la humanidad se ha inspirado en la naturaleza para estructurar su vida y transformar su entorno. Esto se puede observar desde las diversas culturas de antaño donde los dioses eran relacionados con animales según las características que se asimilaban a su identidad.
Así surge el tema de esta ocasión: la biomimética, una ciencia basada en el estudio de modelos, sistemas, procesos y elementos naturales con la intención de emularlos para poder crear soluciones prácticas a necesidades humanas, con el objetivo de que se vuelvan sustentables. Es decir, obtener un diseño a través de la información obtenida durante el desarrollo y evolución de otros.
El desarrollo de la biomimética está fundamentado en tres principios básicos:
- La naturaleza como modelo: esta es la principal impulsora de los diseños y procesos que se buscan imitar o inspirar para la solución de problemas del ser humano.
- La naturaleza como instructor: después de millones de años de experiencia es la guía para dar la certeza de la funcionalidad de la innovación.
- La naturaleza como medida: consiste en el aprendizaje que puede tener el ser humano del mundo natural.
Según la Agencia Espacial Europea, la biomimética se organiza en cinco categorías:
- Estructura y materiales,
- Mecanismos y procesos,
- Conducta y control,
- Sensores y comunicación y
- Biomimética generacional.
Esta distribución se encarga de dirigir la información y descubrir el modelo biológico adecuado.
El método de investigación para la biomimética se puede emplear en cualquiera de las categorías anteriores y está compuesto de seis pasos: definición del problema, biologizar o en replantear el problema en un contexto biológico, descubrir las estrategias biológicas para el problema en cuestión, abstraer las estrategias biológicas para traducirlas al contexto del problema planteado, emular o aplicar el diseño al problema y, por último, la evaluación que consiste en probar y medir el desempeño de la estrategia en la solución del problema.
Los beneficios de la biomimética han sido trascendentes en diversos ámbitos como: arquitectura, ingeniería, medicina, robótica, nanotecnología, óptica, entre otros más. Sin embargo, desde tiempo atrás se tuvieron los primeros registros con Leonardo da Vinci que utilizó modelos de la naturaleza para la solución de un problema en su libro “Código de vuelo de las Aves”. De igual manera, los hermanos Wright se enfocaron en la anatomía de las alas de las águilas como modelo para la fabricación de un avión propulsado que logró el vuelo humano por primera ocasión.
El auge de esta tecnología se debe a que, desde hace algunos años los ingenieros se han inspirado en los diseños complejos que hay en la naturaleza para resolver sus problemas de diseño, mismos que han conseguido resultados increíbles. Algunos de ellos son:
- El pico del martín pescador inspiró al tren bala de Japón.
- Una superficie para repeler bacterias inspirado en la piel del tiburón.
- Pantallas inspiradas en las alas de las mariposas.
- El ojo de la libélula inspira detectores de movimientos.
- Las telarañas inspiran cristales que previenen la muerte de aves.
- Una fibra tan resistente como la telaraña.
En conclusión, la naturaleza cumple una labor fundamental en la inspiración del ser humano, por eso la importancia de la responsabilidad de la sociedad en cuanto al cuidado del medio ambiente para mantener el equilibrio natural de nuestro planeta. Así mismo, la biomimética no solamente creará soluciones para problemas del ser humano, sino que también tiene diversas áreas en las cuáles se puede desarrollar tecnológica, económica y ecológicamente para tener un impacto en el bienestar social.
José Alfredo Careaga Ochoa (Comunicación y difusión, PIT-UAS)