Las primeras obras de arte se remontan a la prehistoria con el inicio de la evolución humana hace aproximadamente entre 5 y 7 millones de años. Los seres humanos de aquellos tiempos se caracterizaban por tener una vida de nómadas y habitar en cuevas. Dentro de estas, fueron creadas las primeras representaciones artísticas que consistían en dibujos sobre la piedra utilizando pigmentos naturales como la arcilla y el óxido.
Así como el ser humano, el arte también tuvo su evolución, ha sido representado por medio de la arquitectura, esculturas, pintura, dibujos, fotografía, cinematografía, música, danza, teatro entre muchas otras áreas que se han ido incorporando a esta evolución artística. Algunas de estas obras las encontramos en las calles, en museos, en la televisión, en el cine, en teatros, así como en la red, sin embargo, a pesar de que esto ya tiene ya algunas décadas existiendo, hoy en día podemos encontrar el arte digital en un mercado muy innovador, con la introducción de los NFT (tokens no fungibles, por sus siglas en inglés) y la tecnología Blockchain.
Una obra virtual se vende a través de un NFT que consiste en un token digital encriptado con la firma del artista protegida en una cadena de bloques, lo cual permite al comprador la certeza de que esa obra es única y permite verificar la información referente a la obra. Esta tecnología llegó al mercado del arte con un mucho empuje y ha generado gran cantidad de dinero con la venta de obras en formato digital, por medio de las criptomonedas.
Recientemente en el mes de marzo, el arte digital batió un récord histórico al vender por medio de una subasta la obra totalmente digital «Everydays – The First 5000 Days» del artista Beepe (Mike Winkelmann). Esta subasta inició con 100 dólares, que a la semana llegó a alcanzar la cifra de 14 millones, y sorprendentemente alcanzó un valor final de 69,346,250 dólares. Con esta cantidad, se convirtió en la obra digital más cara de todos los tiempos, y tercera obra de arte más cara subastada en Christie´s de un artista que todavía esté vivo.
El éxito que ha tenido el arte digital ha puesto alerta a los museos y casas de subasta, ante la pandemia que se ha vivido durante el último año estos sectores se paralizaron por completo la primera mitad del año pasado y tuvieron adaptarse con las nuevas tecnologías para recuperar la regularidad de la compra-venta de obras.
En este sentido, la casa de subastas española Christie´s informó que realizaron más de 200 subastas en línea, logrando tener un aumento del 261% comparado con el año anterior, además de romper el récord de ventas con un total de 313 millones de pesos.
Sin duda alguna los tokens no fungibles han venido a revolucionar el mundo del arte digital, y seguramente en un futuro no muy lejano se convertirán en el negocio que más ingreses genere en el mercado del arte, esperemos que la piratería no llegue a acabar esta nueva forma de difundir y comercializar arte.
José Alfredo Careaga Ochoa (Comunicación y difusión, PIT-UAS)