La expansión urbanística es uno de los grandes factores que provocan daños ambientales, los cuáles se ven reflejados con el aumento de las temperaturas, inundaciones, contaminación del aire, entre otros; provocando un malestar para los residentes de las ciudades. Debido a eso, desde el año pasado, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en vísperas del Día Internacional de los Bosques (21 de marzo), ha promovido que se destinen esfuerzos en las zonas verdes con la intención de transformar las ciudades en lugares más sostenibles, saludables y sobre todo atractivos para vivir.
A pesar que las ciudades solamente ocupan el 3% de la superficie terrestre en nuestro planeta, es el principal consumidor de la energía en un 78%, además de emitir el 60% del dióxido de carbono, esto ha sido provocado debido a que más de la mitad de la población mundial reside hoy en día en ciudades, y con el crecimiento tan significativo en este rubro, en unos 30 años podría alcanzar el 70%, lo cual preocupa el daño ambiental que se pudiera provocar.
Contar con áreas verdes dentro de la ciudad y sus alrededores genera amplios beneficios al ambiente y la sociedad como el incremento de la salud física y mental, mejoramiento del microclima y calidad del aire, almacenamiento de carbono, ayudar a obtener seguridad alimentaria, energía y agua. Una buena implementación de árboles y bosques urbanos permite ofrecer sombra y mantener el aire frío, reduce las temperaturas que incluso con un buen acomodo entre edificios puede reducir el uso de aire acondicionado, lo cual propicia el ahorro de energía.
Comparativo: Ciudad de México, niveles de contaminación a nivel mundial
A pesar de que en muchas ciudades de los países más desarrollados los índices de contaminación han ido disminuyendo durante los últimos cincuenta años, en algunas ciudades América Latina y el Caribe los niveles de contaminación del aire ha aumentado, siendo nuestro país uno de los afectados en el centro de México.
Un estudio realizado en los años noventa, catalogó los niveles de contaminación de la Ciudad de México como la octava peor del mundo, solamente superados por Beijing, Calcuta, Delhi, Jakarta, Milán, Shenyang y Teherán.
Uno de los principales problemas que genera esa cantidad de contaminación en la Ciudad de México es la situación geográfica, ser un valle rodeado de montañas y estar a 2,240 metros sobre el nivel del mar, lo que provoca que el contenido de oxígeno en el aire sea aproximadamente un 23% menor que ciudades que se encuentran a nivel del mar.
Ante esta problemática, se pusieron en práctica estrategias que tienen como fin mejorar la calidad del aire:
- Mejoramiento de la calidad de combustibles utilizados en la ciudad.
- Reorganización del sistema de transporte urbano.
- Establecimiento obligatorio de sistemas de control de emisiones
- Reforestación de la ciudad y áreas suburbanas.
El cambio climático ha afectado no solamente a la ciudad, sino también a la sociedad debido a que estos problemas han propagado una enorme cantidad de enfermedades tanto infecciones intestinales como respiratorias ya que entre 2014 y 2016 se registraron más de 6 millones de casos.
Caso: Culiacán
De manera local, en la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa; las condiciones climatológicas son demasiado extremas por lo que sería de vital importancia aumentar el número de áreas verdes con el objetivo de tener una buena calidad de vida para los habitantes del municipio. Sin embargo, nos encontramos demasiado retrasados en este aspecto debido a que la ciudad cuenta solamente con 2.74 m² de áreas verdes por habitante, cuando la Organización Mundial de la Salud establece que se necesita un promedio de 9 m².
A pesar de que existen algunas áreas importantes como el Jardín Botánico, la Isla de Orabá, el Parque las Riberas, el Parque EME, el Centro Cívico Constitución, y demás unidades deportivas y recreativas, la capital sinaloense debe contar con proyectos destinados a convertirse en una ciudad limpia, llena de vegetación y, por lo tanto atractiva para sus habitantes y visitas.
Alfredo Careaga (Comunicación y difusión PIT-UAS)