La canícula es un fenómeno climático que ocurre cada verano, principalmente entre los meses de julio y agosto. Se trata de un periodo que dura cerca de 40 días, en el cual disminuyen significativamente las lluvias mientras aumentan las temperaturas. Aunque ocurre dentro de la temporada de lluvias, este lapso se caracteriza por una sequía temporal y calor intenso.
La causa principal de la canícula está en el fortalecimiento de los vientos alisios, que impiden la formación de nubes sobre el océano Atlántico y el mar Caribe. Esto reduce la nubosidad y, en consecuencia, las lluvias. La radiación solar llega con más fuerza a la superficie terrestre, elevando las temperaturas en varias regiones del país.
Este fenómeno puede verse influido por factores globales como El Niño o La Niña, que modifican los patrones de lluvia y temperatura. Además, el cambio climático está intensificando los efectos de la canícula, al aumentar las temperaturas globales y alterar la duración e intensidad de estos eventos extremos.
Durante la canícula, las temperaturas pueden superar los 40 °C, lo que representa un riesgo para la salud. Se incrementan los casos de golpes de calor, deshidratación, agotamiento físico y enfermedades gastrointestinales. También se acelera la descomposición de alimentos y se multiplica la presencia de bacterias y virus.
En términos ambientales, la canícula puede causar estrés en cultivos y ganado, provocar incendios forestales y reducir los niveles de agua en ríos, lagos y presas. La falta de lluvias afecta la producción agrícola y puede generar pérdidas económicas en comunidades rurales. Además, amenaza la biodiversidad en ecosistemas sensibles.
Los estados más afectados por este fenómeno en México suelen ser Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, San Luis Potosí, Hidalgo y Nuevo León. En ese sentido, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha indicado que la canícula de este año 2025, podría iniciar entre el 3 y el 15 de julio. Y como se menciona anteriormente, se espera que tenga una duración aproximada de 40 días, extendiéndose hasta finales de agosto, especialmente en las zonas más cálidas del país.
Es importante mantente atento a los reportes oficiales de salud y meteorología para saber cómo evoluciona la canícula en la región y qué medidas adicionales podrían aplicarse para proteger a la población.
Finalmente, es fundamental mantenerse hidratado, evitar el sol entre las 10 a. m. y 4 p. m., usar ropa ligera, bloqueador solar y cubrirse con sombrero o sombrilla. También es importante cuidar la higiene de los alimentos y estar atentos a las recomendaciones oficiales. La prevención es clave para reducir los efectos de este periodo de calor extremo.
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