La innovación pública (IP) desempeña un papel fundamental en el impulso del desarrollo sostenible, debido al contexto en el que vivimos, los ejemplos más relevantes son el cambio climático, la escasez de recursos y la desigualdad; por lo que es necesario que los gobiernos adopten enfoques innovadores para abordar estos problemas y promover un desarrollo que sea sostenible desde el punto de vista económico, social y ambiental.
El llamado a la innovación suele venir acompañado de dolores colectivos, es decir, necesidades o problemas que son reconocidos y vividos por muchas personas, no solo por unas pocas. Se define principalmente por su responsabilidad en el desarrollo social y económico del territorio.
En ese sentido, la IP implica la creación y aplicación de nuevas ideas, métodos y soluciones en el ámbito de la gestión y las políticas públicas. Además, puede incluir el desarrollo de tecnologías limpias y energías renovables, la implementación de políticas de conservación y uso eficiente de los recursos naturales, la promoción de la economía circular y la adopción de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de los principales beneficios de la IP en el contexto del desarrollo sostenible es su capacidad para impulsar la transición hacia modelos económicos más verdes y sostenibles. A través de la inversión en investigación y desarrollo, los gobiernos pueden fomentar la creación de nuevas tecnologías y soluciones que reduzcan la dependencia de los recursos no renovables y minimicen el impacto ambiental de las actividades económicas.
Además, la innovación pública puede fortalecer la gobernanza y la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con el desarrollo sostenible.; la creación de espacios de colaboración entre el sector público, el sector privado y la sociedad civil puede generar ideas y soluciones conjuntas que aborden de manera más efectiva los problemas sociales y ambientales.
Asimismo, la IP puede contribuir a la mejora de los servicios públicos y la calidad de vida de los ciudadanos. La implementación de tecnologías digitales y soluciones innovadoras en áreas como la salud, la educación, la movilidad urbana y la gestión de residuos puede generar eficiencias, mejorar el acceso a servicios esenciales y reducir los impactos negativos en el entorno.
Es importante destacar que la innovación pública debe estar respaldada por marcos normativos sólidos, incentivos adecuados y una cultura de colaboración y aprendizaje. Los gobiernos también deben considerar la inclusión y equidad en sus estrategias de innovación, asegurándose de que los beneficios de las soluciones innovadoras lleguen a todos los sectores de la sociedad y no perpetúen la exclusión o la desigualdad.
En conclusión, la innovación pública desempeña un papel esencial en el impulso del desarrollo sostenible al generar soluciones creativas y efectivas para abordar los desafíos económicos, sociales y ambientales. La colaboración y la inversión estratégica, los gobiernos pueden promover un desarrollo sostenible que beneficie a las generaciones presentes y futuras.
Emilia Beltrán (Divulgación y difusión PCT-UAS)