En tiempos donde las alternativas para la generación de energía son tema de conversación tanto para conocedores como para cualquier persona, no es extrañarse que un recurso natural tan amplio como el agua, pudiera considerarse como opción para la consecución de energías alternativas. Es así que en esta edición de Miércoles de CTI analizaremos los aerogeneradores flotantes marinos como nuevas alternativas de generación de energía.
Tomando en cuenta que el planeta en que vivimos está cubierto en su mayoría por agua y que en muchas zonas del mar el viento sopla con una intensidad y una fuerza muy notables, la energía eólica marina ha empezado a surgir como la sustitución del consumo de combustibles fósiles. Un ejemplo principal puede ser España, país que se ha convertido en pionero en la instalación de turbinas eólicas.
Algunas empresas ya se han dedicado, literalmente, al mejoramiento, instalación y seguimiento de turbinas como Windar, X1 Wind y Navantia. Si bien, esta tecnología es una gran alternativa para un consumo de energía más eficiente y amigable con el medio ambiente, y ya hay gran cantidad de turbinas instaladas en el mar a lo largo de la extensión costera territorial de España, aún existen inconsistencias en la instalación de aerogeneradores flotantes debido al alto costo que implica su fijación y las complicaciones que se puedan presentar al momento de trasladarlos.
PROS Y CONTRAS
La principal ventaja de la utilización de aerogeneradores marinos es que no presentan limitaciones en cuanto al uso de suelo ya que, el espacio en el mar es indefinido y los aerogeneradores marinos pueden ser colocados en cualquier parte, sin generar impacto visual o de paisaje, así como también, procurando evitar posibles daños a la fauna.
El ruido tampoco es un inconveniente y la generación de energía es prácticamente asegurada, gracias a la cantidad de aire que es generado en el mar.
Por otra parte, el montaje de un parque eólico en altamar es costoso y la necesidad de anclar las torres al suelo obliga a buscar mares poco profundos. Alex Reventos, cofundador X1 Wind, ha detallado que su empresa se ha dedicado en instalar turbinas con la fijación de anclas, pero al darse cuenta de que es un trabajo pesado y costoso, han empezado a apostarle a una plataforma cuyo punto de anclaje sea a base de cables y se oriente en función del aire. Estas modificaciones promete ser el futuro de la energía eólica marina.
Sin embargo, también afirma que, “instalar este tipo de aerogeneradores en el Mediterráneo o en el Atlántico, con su profundidad, es casi imposible”. Una estructura flotante para una turbina de 6 megavatios como las que hay ahora en el mercado pesa alrededor de 11.500 toneladas, la empresa X1 Wind pretende reducir el peso 1.300 toneladas.
Otra desventaja, es el costo de generación de la eólica marina, que se sitúa entre 140 y 160 euros por megavatio, mientras que el megavatio en el mercado eléctrico se paga a 60 euros. Sin embargo, el director de eólica del Ciemat, Ignacio Cruz explica que las previsiones estiman que el precio podría descender hasta los 100 euros en el año 2020 y caer por debajo de los 70 euros en el 2030.
A PESAR DE TODO, SON UNA REALIDAD
A pesar de las limitantes y lo mucho que falta por hacer para crear los aerogeneradores marinos más convenientes, se han hecho grandes esfuerzos por convertirlos en una realidad. En Europa, líder mundial en eólica offshore, hay más de 4.000 aerogeneradores marinos, que operan en 11 países, lo que hace un total de 15.8 GW de capacidad instalada y conectada a la red. La mayoría se encuentran en el Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Holanda y Bélgica.
Apenas este año, se instalaron algunos en Portugal y se tiene previstas instalaciones en Francia. Elisa, es el primer aerogenerador de cimentación fija del sur de Europa y se ha construido con una tecnología innovadora que lo hace único en el mundo entero, en Gran Canaria.
Asimismo, la unión temporal de empresas (UTE) formada por el astillero público Navantia y la asturiana Windar Renovables, han iniciado del primer parque eólico marino de Portugal, el cual, tendrá una potencia nominal de 25.2 megavatios y se instalará a unos veinte kilómetros océano adentro de la costa de Viana do Castelo, en el norte del país.
Para el próximo año, Francia tiene previsto el desarrollo de dos parques eólicos flotantes, en uno de los cuales participará General Electric. Un parque piloto de 30 MW, que contará con cinco turbinas flotantes de 6 MW, que podrían generar energía suficiente para alimentar 20.000 hogares.
Como pudimos dar en cuenta, la generación de energía por aerogeneradores marinos flotantes es una gran innovación que promete facilitar, abaratar y cuidar el medio ambiente en un futuro muy próximo. Aunque, todavía no se cuenta con las herramientas necesarias para crear un tipo de turbina conveniente, cada vez se está más cerca de encontrarla y la evidencia se encuentra en las pruebas ya realizadas y en los aerogeneradores ya creados. Se estima que para el 2030, ya se pueda contar con aerogeneradores totalmente condicionados desde su instalación hasta los resultados en tanto a la distribución de energía.
Estefanía López Corral (Comunicación y Difusión, PIT-UAS)